Qué es esto? Qué me perdí? Me quedé dormido, de nuevo? Hay algo que no sé?
Lo que sé es que es mejor. Dejar de citarte a tomar un té a media tarde en una pulpería abandonada. Dejar pellizcarte bajo la mesa. Dejar de aspirarte con la fuerza de un caño de cogollos hasta dentro de mí. Dejo de pensar lo impensable, eterno resplandor de un día horizontalmente junto ti.
Los adioses se congregan poco a poco. Me subo a un tren, pero en el último vagón, mirando hacia atrás, no en el primero mirando hacia adelante. Ten claro que no me voy, sólo regreso.
Inocencias de la puta madre. Déjame decirte que de a poco la insaciable danza de Eros me tatúa las manos, mi beso, mi pecho, mi sexo.
Saber que contigo estuve tan cerca del amor, pero nunca me hiciste el amor. Saber que nos "desmiramos" sin adentrarnos el uno en el otro. Pero mis sueños húmedos y confusos te hacía protagonista de las más complejas, descarnadas, placenteras y adorables historias para adultos que sueño alguno tuvo un dormido.
Créeme, cruzaré la calle, te veré pasar por la vereda de enfrente. Te desearé (como corresponde a un hombre que no supo cómo era estar dentro de ti), me arrepentiré, claro que sí. Pero si no estuve en ti fue por que pensé en ti y no en mí. Pues sin duda me hubieras atrapado para siempre. Siendo el adicto más negligente y porfiado que clínica de rehabilitación hubiera conocido.
Nos vamos? sin habernos ido? sí, así parece que es.
En el nombre del padre, del hijo y de la esperanza
Lo que sé es que es mejor. Dejar de citarte a tomar un té a media tarde en una pulpería abandonada. Dejar pellizcarte bajo la mesa. Dejar de aspirarte con la fuerza de un caño de cogollos hasta dentro de mí. Dejo de pensar lo impensable, eterno resplandor de un día horizontalmente junto ti.
Los adioses se congregan poco a poco. Me subo a un tren, pero en el último vagón, mirando hacia atrás, no en el primero mirando hacia adelante. Ten claro que no me voy, sólo regreso.
Inocencias de la puta madre. Déjame decirte que de a poco la insaciable danza de Eros me tatúa las manos, mi beso, mi pecho, mi sexo.
Saber que contigo estuve tan cerca del amor, pero nunca me hiciste el amor. Saber que nos "desmiramos" sin adentrarnos el uno en el otro. Pero mis sueños húmedos y confusos te hacía protagonista de las más complejas, descarnadas, placenteras y adorables historias para adultos que sueño alguno tuvo un dormido.
Créeme, cruzaré la calle, te veré pasar por la vereda de enfrente. Te desearé (como corresponde a un hombre que no supo cómo era estar dentro de ti), me arrepentiré, claro que sí. Pero si no estuve en ti fue por que pensé en ti y no en mí. Pues sin duda me hubieras atrapado para siempre. Siendo el adicto más negligente y porfiado que clínica de rehabilitación hubiera conocido.
Nos vamos? sin habernos ido? sí, así parece que es.
En el nombre del padre, del hijo y de la esperanza
te espero en otra estación. Bailando casi solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario